Su impresionante Plaza de la Constitución, donde fue erigida la catedral barroca más grande de América Latina y donde se encuentra el monumental Palacio de Gobierno, era el centro de la antigua ciudad azteca de Tenochtitlán, y su explanada, llamada también el "Zócalo", recuerda el basamento de una obra inconclusa de aquellos tiempos. A la llegada de Cortés, y luego de numerosas batallas y cuantiosas pérdidas humanas, la ciudad fue arrasada, y los templos aztecas fueron ocupados para erigir catedrales y residencias.